lunes, 5 de enero de 2015

4 de enero 2015 Domingo (Aquilino, Eugenio, Rigoberto)



Liturgia: Epifanía del Señor- LH todo propio-Solemnidad-Blanco.
Oración: Oh Cristo, manifestado en la carne, santifícanos por el evangelio y la oración. Amén.
Lecturas Bíblicas: Is 60, 1-6/Sal 71 Que te adoren, Señor, todos los pueblos/Ef 3, 2-6/Evangelio: Mt. 2, 1-2.

Iluminación: "En esto unos magos de oriente se presentaron en Jerusalén..." El relato de los magos nos proporciona todo un ejemplo del proceso  de, con sus diferentes etapas:

VEN LA ESTRELLA. Y se  dejan interpelar por el signo. Están abiertos a la sorpresa, a la novedad de Dios. Muchos tan pegados en la tierra, ni siquiera verían la señal.

INTERPRETAN EL SIGNO. Es difícil y no se estila. Para interpretar los signos de Dios hay que orar, hay que esperar, hay que discernir, ver los efectos, la evolución, etc...

SE PONEN EN CAMINO. Existe desprendimiento, desapego, desinstalación. Se hace duro, porque no retiene la familia, el ambiente, las costumbres adquiridas, la seguridad, el dinero... Y el riesgo no entra siempre en nuestros cálculos.

PERSEVERAR. A pesar de las dificultades, del ocultamiento de la estrella y de la noche. Todos hemos pasado o pasaremos por ocultamientos y noches. La fe se acrisola, precisamente ahí.
Buscaron responsablemente. Aunque la fe sea un don y Jesús se ofrezca gratis, Dios nos pide nuestra colaboración. Los magos buscan, preguntan, estudian. Y rezan, sufren, esperan y siguen caminando.

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